¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
La pureza y simpleza de la niñez

Tuesday, December 22, 2009

Medios y Estupidez: rompámos el vínculo

Estoy de acuerdo en que la prensa tenga la potestad de publicar en su espacio lo que mas les convenga, interese o parezca. No obstante, cuando uno se topa con zopencadas como ésta ó ésta, es cuando se empieza a creer que el Correa y su perro falderillo del Panchana tienen algo de razón. Tanta paja que publican en la prensa; idioteces intrascendentes unas veces, y enfoques desenfocados otras.
Por ejemplo, hacen tremenda alharaca porque alguna llaminga radicada en España se ganó el “gordo” de Navidad. Tres millones de Euros. ¡Gran cacao! La lotería Mega Millions de New Jersey juega 2 veces a la semana. Usualmente el pozo empieza en 12 millones de dólares, y cada vez que la lotería corre y no hay ganador, el pozo sigue acumulándose. La gente que gana esa lotería, se lleva usualmente una cantidad mayor a 12 millones, pues generalmente ganan el “gordo” cuando el volumen de ventas y de números jugados es mayor. Solo cuesta un dólar el numerito de la lotería. ¡Gran cacao! No he visto que la prensa nacional haga aspaviento alguno sobre este tema de tanta irrelevancia, como el del cojudo “gordo” español. A la final, ¿a quién le sirve que fulana o mengana se haya ganado la lotería? ¿Cuál es la relevancia o trascendencia de tal evento? ¡Wow! ¡Qué honor y qué orgullo, una verduga ecuatoriana se sacó la lotería! Posiblemente sea un motivo de júbilo y jolgorio nacional, y por tal razón, un motivo para profundizar en las ideas de civismo y patriotismo. ¡Realmente si que somos folklóricos, pero sobre todo, kojudos! ¿Debemos sentirnos orgullosamente ecuatorianos por una kojudez de este tipo?
Leo que un par de carros se han “pepeado” en Quito, en una arteria vial principal. La noticia se enfoca mas en los elementos que despiertan morbo, antes que en aquellos que deberían realmente importar a los lectores. Nos cuentan con cierto detalle cómo se estrellaron los autos y las circunstancias en las cuales ocurrió el siniestro. Nos detallan hasta cómo terminaron las personas involucradas. Pero en ningún momento se molestan en hacer un enfoque sobre el porqué del accidente. ¿Malas condiciones asfálticas acaso? Una crítica y llamado de atención a las autoridades correspondientes, por ejemplo, sería mas apropiado. ¿Falta de señalización tal vez? Igualmente, un reclamo a las autoridades viales. ¿De repente, alta velocidad e impericia de los conductores? Reclamo de responsabilidad y concientización al colectivo, sería algo apreciable. ¿Imprudencia o negligencia acaso? Exigir la presencia de las autoridades y demandar raudas acciones, una cuestión de elemental sentido común para un periodista. ¿Que dizque había gravilla en el pavimento? El periodista podría preguntarse entonces ¿qué se hace al respecto con los estándares de seguridad que deberían estar en vigencia e implementados en el país, cuando se trata del transporte de materiales de construcción por volqueteros; quién controla las normas de seguridad, quien castiga? Existen un montón de pensamientos e ideas útiles que se quedan en el tintero, solo porque la kojudez del escándalo y la alharaca apremian y se imponen por encima de la sensatez, cuando se quiere “informar” a la ciudadanía.
No obstante, no creo que una ley retrógrada y represiva sea la solución. Los medios también deberían aprender a escuchar a quienes los critican o cuestionan, para que produzcan noticias de mejor calidad. La auto crítica es mejor que cualquier yugo impuesto por comedidos esbirros de un tirano. Y mal o bien, prefiero la prensa y medios de comunicación como son hoy, a como pueden llegar a serlo, o mejor dicho, dejar de serlo, cuando se instaure la estúpida ley de comunicación, otra perla mas de la profunda estupidez que embarga a los socialistas trasnochados del siglo XXI.

Thursday, December 10, 2009

Informe de Labores

Excelentisísimo y Omnimododísimo Señor Presidente, por medio del presente informe, y con el objeto de satisfacer su majestuosísimo ego y elevar su nombre en las encuestas, nos complacemos y deleitamos en informar a su altisísima gracia, que usted y los suyos fueron, son, y serán unos dijes de guaguas.

Su real bajeza que ayer fue mancillada y pisoteada de una manera tan ruin, al haber sido usted y su corte asociados con engendros de despreciable naturaleza, tales como los hermanos Ostaiza, el Chauvín o el occiso comandante Reyes de las FARC, ha quedado hoy, finalmente resarcida y reivindicada.

Por eso, y a pesar de las inclemencias del tiempo, las bestias salvajes, la prensa corrupta, la partidocracia, las tinieblas de la noche neoliberal y el magro salario que hemos percibido, hemos sido capaces de encontrar la luz, sin más evidencias que sus sutiles sugerencias y certeras versiones. Y supimos que no nos quedaba otro camino por tomar, que aquel de la verdad… su verdad, y nada más que su verdad. Porque el sendero de esta verdad había sido macabramente oscurecido por la patraña y la calumnia vertidas cual veneno de ofidio sobre su cabeza. Nuestra imparcial, desinteresada y acuciosa labor ha rendido sus frutos.

No cabe duda, y que lo oigan bien, príncipes y sultanes, mendigos y pordioseros, pelucones y colaboradores levantamanos… ¡Ejem, perdón! Nobles, diligentes y leales asambleístas, que luego de tan minuciosísimo y objetivisísimo escudriñamiento, la verdad ha aflorado. Aquí no ha pasado nada. Todo es puro cuento, y las FARC son nuestros amigos pero de mentirijillas.

Queremos que su diáfana orientación ideológica deje de estar vinculada a criminales y terroristas que se ocultan tras la misma ideología. Sus bondades y grandezas no podrán ser comparadas con la miseria humana que inunda el alma de sus detractores.

Ante todo este resurgimiento de lo puro, lo bueno, lo honesto, solo nos basta preguntar a su runasa alteza: ¿en qué sitio de su esfínter anal prefiere usted que postremos nuestros agradecidos labios en fruncido y sublime ósculo? Nos postramos a sus pies, y nos declaramos diletantes amantes de sus efluvios y emanaciones cloacales, mientras su corona de hoja lata brille y se imponga de manera colosal sobre esta turba que lo aupa.

Atentamente, Dios, Patria y Socialismo o muerte,

El retorcido Pancho Huerta, momia coctelera de los santos de los últimos días y su combo.