Cierto es.
Antes de que Correa salga presidente, yo me opuse acérrimamente al bobalicón inepto heredero de Noboa taita. A mis interlocutores les anteponía dos razones básicas: (1) Dar el beneficio de la duda al ciudadano presidente, sobre todo por su carácter neófito en la política y (2) Correa sostenía sus tesis en base a una dialéctica y principios -en teoría- mientras su contrincante era un populista regalón, cuyo caprichito lo ha vuelto ávido por adquirir su nuevo juguete: el Ecuador.
Hasta ahí, Correa se perfilaba como una opción íntegra y viable. Su desafiante tono a los caciques de siempre y a sus recaderos, anteponiendo el interés de los menos afortunados, brindaban esperanzas en quienes creemos y queremos un país nuevo de verdad.
No obstante, del dicho al hecho hay mucho trecho y Correa ha terminado con los pertrechos y finalmente ha decepcionado a muchos. Me incluyo.
Aclaro que eso no significa que mis posturas políticas, ideológicas y filosóficas hayan cambiado y que ahora me vuelva afiliado o aliado a quienes representan otros grupo mas de la enquistada corrupción.
En mi opinión, la corrupción en el Ecuador, es partidaria del Libre Mercado. Existen tantos grupos de poder y corrompidos hasta el tuétano, los mismos que compiten por un mercado, ofreciendo sus mejores sinvergüencerías y corruptelas al pueblo, que es quien, en determinado momento los pone a la cabeza de los otros. La divisa: el voto.
En esencia, las reglas del libre mercado se cumplen al pie de la letra, cuando de corrupción se trata. La oferta: lo que "proponen" todos los que dizque salvan o han tratado de salvar a la patria, como sendos cobardes que en su momento declararon que iban a ofrendar su vida o morir en el intento, para luego decir que fracasaron en el intento porque los “drogaron”, todo por unos cuantos votos. La demanda: una masa de gente ávida por un cambio, dispuesta a aceptar la propuesta mas novelera, (no necesariamente la mas novedosa) sin ser capaz de analizar y criticar, o simplemente ingenuamente confiada como siempre. Me incluyo entre los ingenuos noveleros.
Les dejo a continuación un artículo publicado por la Cámara Ecuatoriana Americana de Miami.
Suena un tanto radical, pero si hacemos un análisis retrospectivo, mucho de lo dicho es cierto. No estoy seguro si las cifras y datos estadísticos se ajustan a la realidad, pero a grosso modo si resumen en mucho los 7 meses del ciudadano rey.
----------------------
Ecuador, siete meses de gobierno
RAUL A. VILLAVICENCIO
En sólo siete meses, Rafael Correa mató la ilusión de cambio y progreso del pueblo. Nos engañó a todos; dijo que iba a gobernar con las mentes más lucidas, las manos más limpias y los corazones más ardientes, pero hizo todo lo contrario. Se rodeó de las mentes más ineptas, de las manos con las uñas más largas para el robo y de los corazones más mediocres y resentidos de una izquierda incapaz, que nos está llevando al comunismo en este siglo XXI.
Con clara incapacidad administrativa y con la personalidad de un resentido social, Correa, quien con sus constantes e innecesarios ataques a la prensa, a entidades privadas y públicas, al Congreso y a todos los que están en su contra o de lo que él piensa, conduce al país en la ruta del desastre, la miseria y a un final que nadie desea.
En lo político, Correa se convirtió rápidamente en algo insólito: un dictador democrático. Para conseguir esto, violó repetidamente la constitución y actuó peor que la partidocracia del febresborjismo, a quien supuestamente combatió en su campaña. Pactó con Lucio Gutiérrez, a quien lo traicionó quitándole su abogado Jorge Acosta y al presidente del TSE, que por 30 monedas de plata, tal cual Judas, continuó con su orgía política, despachándose 57 diputados de un correazo, caso inédito en la política mundial, consolidando de esta manera el Congreso a su favor, formado ahora por los diputados suplentes escogidos por él y que controla corruptamente.
En el ámbito de su especialidad, la macroeconomía, Correa en sólo seis meses ha conseguido el más grande récord en Ecuador: la fuga de cerca de 3,000 millones de dólares de la banca nacional, la clasificación mundial CCC para inversión en Ecuador, de 707 puntos de riesgo país, y el puesto 130 en los países de riesgo del Mercado Común Europeo (increíblemente por encima de Cuba). Ecuador es hoy, en sólo siete meses de gobierno de Correa, comparable con los más pobres y atrasados países del mundo.
La intranquilidad nacional es tremenda, cunde el pánico entre empresarios, banqueros y comerciantes, ha terminado en tan corto tiempo con la liquidez bancaria local y el circulante en el sistema; peor, ha ahuyentando totalmente la inversión en el país. ¿Quién va a poner un dólar en Ecuador, con los indicadores arriba anotados?
Lo social es el sector más golpeado por este inexperto gobierno. No hay gas para los pobres, pero sobra para el contrabando con peruanos y colombianos, para taxistas, industrias y barrios de pelucones. Los productos de primera necesidad escasean o tienen precios inalcanzables. La culpa de todo, según el presidente de PETROECUADOR Carlos Pareja y el ministro de Agricultura Carlos Vallejo, la tiene la prensa, como si la prensa fuera distribuidora de gas. Correa en cambio dice que es un boicot de la partidocracia.
Nada pasa. El presidente se mantiene a diario sin gobernar y sólo aparece en eterna campaña, empecinado en ganar una mayoría en la Asamblea Constituyente, viajando dentro y fuera del país como desquiciado y usando los recursos del estado sin ningún tipo de escrúpulo; el país está mal y el pueblo sufre por la incapacidad y continuos conflictos que crea. La incertidumbre está matando al país.
Prometió justicia y es lo que menos hay. Aseguró que los que le robaron a la patria en el atraco bancario del 2000, que le costó al pueblo del Ecuador más de 8 billones de dólares, serían repatriados y tendrían que enfrentar a la justicia y aguantar las penas máximas, pero nada ha hecho. Correa hizo alianza con el PRE (financiado por ex banqueros), quien a través de su máximo líder en el Congreso ecuatoriano declaró en plena televisión el mes pasado que los banqueros eran inocentes y que la quiebra de los bancos fue culpa del gobierno. ¡Quién se lo creería, que todas las pruebas que existen de la incapacidad, sinvergüencería y robo a manos abiertas de estos pillos se venda a cambio de votos y que los que ecuatorianos que perdieron todos sus ahorros e ilusiones queden burlados por los que aún se ríen desde Miami manejando sus Rolls Royces!
No encuentro todavía una palabra que pueda definir la decepción que se siente cuando los sueños de un mejor Ecuador se ven otra vez truncados, pero sí puedo usar la palabra ''corrupción'' para comenzar a definir este gobierno. Si estos fueron los primeros siete meses del gobierno de Correa, imagínense qué pasará en los tres años y medio que nos falta!
raulvilla©msn.com
Cámara Ecuatoriana Americana de Miami
Fuente:
http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/79615.html
http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/79615.html
Capítulo 116 (El Apestado)
15 years ago
No comments:
Post a Comment