Realmente resulta gracioso ver y leer las noticias de nuestro amado Ecuador.
Independientemente del medio de comunicación o de la fuente, a diario podemos claramente identificar a unas tantas madres de Tarzán.
Son fácil de reconocer. Se caracterizan por su prepotencia, por su volatilidad, por su quemeimportismo por las consecuencias de sus acciones, por sus blanqueadas fachadas, y su autoproclamada inmaculada persona. Pontifican y condenan. Nadie está por encima de ellas. La impunidad, hipocresía y ausencia de respeto a las jerarquías marcan su paso. Una madre de Tarzán por antonomasia créese dueña de la la verdad absoluta y no reconoce otras posturas como posibles alternativas. La madre del homosapiens arborícora asume que su maternidad la faculta para hacer y decir lo que le de la gana con la convicción de que no hay ley o norma que se aplique a ella.
Ejemplos de esta progenitora, abundan. Veamos algunos.
Madre de Tarzán #1: Una "Bestia Salvaje" que despotrica contra el presidente, desdeña la señoridad del cargo del mismo y menosprecia la institucionalidad. Esta madre carece de diáfana y pulcra presencia, pues vive en concubinato con banqueros y otros mecenas de la opinión pública.
Madre de Tarzán # 2: Un ciudadano que es Presidente, apostrofa y juzga a todos quienes opinan diferente a él. Cae en contradicciones, ensalsa las intrascendencias de la absurda pelea de cocineras. Acusa de ser "bestias salvajes" a otras madres de tarzán.
Madre de Tarzán # 3: Un voyeurista ex asesor de a quinta que resultó ser video aficionado y colecciona las grabaciones de una serie de reuniones cuya claridad es cuestionable. Acusado por la madre de Tarzán presidente de corrupto y otras altas distinciones, emplaza a ésta y le impone ultimatum, olvidando así, que a pesar de todo, hay una alta envestidura de por medio.
Tres crasos ejemplos de que el pobre rey de los monos (no me refiero a Nebot) tiene harta madre putativa y que ni las pruebas de ADN lo podrán ayudar a discriminar a su verdadera progenitora. Sobre todo, porque todas comparten un mismo ADN mitocondrial.
Madres de Tarzán abundan. La solución no radica en ponerlas en su lugar, pues el rato que uno haga eso, indefectiblemente estaría cayendo en lo mismo que se critica y la certeza de que también se ha parido al mico-hombre ese.
El gran problema del Ecuador: Todos se sienten la mamá de Tarzán. Ninguna de estas posee atributos morales que le faculten la autoridad de "chuchear", "ningunear" y pontificar.
No hay nadie que se salve.
Realmente vivimos en la selva, llena de "bestias salvajes", "gordas horrorasa", y fanáticos de mentalidad binaria ubicados en los polos de esta bidimensional postura monocromática, criaturas indomables por Tarzán, quien además brilla por su ausencia, quizá porque sus innumerables madres se han encargado de opacar su brillo o simplemente, en acto repudiable, lo han eliminado del mapa y han abrogado su potestad y jerarquía.
Pobre Tarzán, no ha podido tocar pito. Lo tienen columpiándose con los monos. (las bestias, no los del Club La Unión) mientras sus madrecitas hacen las delicias de los que tratamos de observar desde afuerita.
Capítulo 116 (El Apestado)
15 years ago
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