La escuché mejor

Hoy platiqué con ella brevemente y pude notar por su voz, que a pesar de estar algo cansada y colmada de actividades que pretenden tenerla ocupada, su talante está mejor.

Otra vez escuché palabras que me rehuso a oír o que prefiero no aceptar: "un amigo" ella dice; o abrumadores silencios que tácitamente dejan entrever mucho: "posiblemente regrese con él".

Aunque suene a cliché de telenovela, pero con la mano en el corazón, lo que quiero es que sea feliz y que su alma se aliviane. Claro, mi natural egoísmo, obedece al caprichoso corazón, aun cuando estos caprichos no sean lo mejor ni para ella ni para mi. Dulce negación.

Al menos me queda este sitio en donde dejar constancia de esta mezcla de pensamientos y sentimientos. Talvez esté equivocado, talvez ella también comparta similares impresiones.

Si tan solo ella supiera todo esto, (ella sabe.) Dudo que me lo comente, pues todo esto pertnece al ruido que adorna esos momentos de silencio entre nosotros. Ella guarda para si muchas cosas y las revela al azar. Hay que saber oir bien esos silencios para descubrir sus sentimientos. Ella quiere la verdad, la escucha, pero creerla es otra historia.

Quisiera saber sobre que terreno me muevo. Camino a ciegas. Pero... cuando lo sepa, si lo llego a saber, (lo quiero saber) se romperá el encanto y la fascinación de este dulce incierto. A veces albergar esperanzas en situaciones inciertas, (o muy ciertas) nos mantiene vivos.

El tiempo resultó débil. No pudo borrar esos sentimientos. Que suerte, a la final se puso de mi lado.