¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
La pureza y simpleza de la niñez

Monday, August 27, 2007

Las Madres de Tarzán.

Realmente resulta gracioso ver y leer las noticias de nuestro amado Ecuador.

Independientemente del medio de comunicación o de la fuente, a diario podemos claramente identificar a unas tantas madres de Tarzán.

Son fácil de reconocer. Se caracterizan por su prepotencia, por su volatilidad, por su quemeimportismo por las consecuencias de sus acciones, por sus blanqueadas fachadas, y su autoproclamada inmaculada persona. Pontifican y condenan. Nadie está por encima de ellas. La impunidad, hipocresía y ausencia de respeto a las jerarquías marcan su paso. Una madre de Tarzán por antonomasia créese dueña de la la verdad absoluta y no reconoce otras posturas como posibles alternativas. La madre del homosapiens arborícora asume que su maternidad la faculta para hacer y decir lo que le de la gana con la convicción de que no hay ley o norma que se aplique a ella.

Ejemplos de esta progenitora, abundan. Veamos algunos.

Madre de Tarzán #1: Una "Bestia Salvaje" que despotrica contra el presidente, desdeña la señoridad del cargo del mismo y menosprecia la institucionalidad. Esta madre carece de diáfana y pulcra presencia, pues vive en concubinato con banqueros y otros mecenas de la opinión pública.

Madre de Tarzán # 2: Un ciudadano que es Presidente, apostrofa y juzga a todos quienes opinan diferente a él. Cae en contradicciones, ensalsa las intrascendencias de la absurda pelea de cocineras. Acusa de ser "bestias salvajes" a otras madres de tarzán.

Madre de Tarzán # 3: Un voyeurista ex asesor de a quinta que resultó ser video aficionado y colecciona las grabaciones de una serie de reuniones cuya claridad es cuestionable. Acusado por la madre de Tarzán presidente de corrupto y otras altas distinciones, emplaza a ésta y le impone ultimatum, olvidando así, que a pesar de todo, hay una alta envestidura de por medio.

Tres crasos ejemplos de que el pobre rey de los monos (no me refiero a Nebot) tiene harta madre putativa y que ni las pruebas de ADN lo podrán ayudar a discriminar a su verdadera progenitora. Sobre todo, porque todas comparten un mismo ADN mitocondrial.

Madres de Tarzán abundan. La solución no radica en ponerlas en su lugar, pues el rato que uno haga eso, indefectiblemente estaría cayendo en lo mismo que se critica y la certeza de que también se ha parido al mico-hombre ese.

El gran problema del Ecuador: Todos se sienten la mamá de Tarzán. Ninguna de estas posee atributos morales que le faculten la autoridad de "chuchear", "ningunear" y pontificar.

No hay nadie que se salve.

Realmente vivimos en la selva, llena de "bestias salvajes", "gordas horrorasa", y fanáticos de mentalidad binaria ubicados en los polos de esta bidimensional postura monocromática, criaturas indomables por Tarzán, quien además brilla por su ausencia, quizá porque sus innumerables madres se han encargado de opacar su brillo o simplemente, en acto repudiable, lo han eliminado del mapa y han abrogado su potestad y jerarquía.

Pobre Tarzán, no ha podido tocar pito. Lo tienen columpiándose con los monos. (las bestias, no los del Club La Unión) mientras sus madrecitas hacen las delicias de los que tratamos de observar desde afuerita.

Monday, August 20, 2007

La Decepción

Cierto es.

Antes de que Correa salga presidente, yo me opuse acérrimamente al bobalicón inepto heredero de Noboa taita. A mis interlocutores les anteponía dos razones básicas: (1) Dar el beneficio de la duda al ciudadano presidente, sobre todo por su carácter neófito en la política y (2) Correa sostenía sus tesis en base a una dialéctica y principios -en teoría- mientras su contrincante era un populista regalón, cuyo caprichito lo ha vuelto ávido por adquirir su nuevo juguete: el Ecuador.

Hasta ahí, Correa se perfilaba como una opción íntegra y viable. Su desafiante tono a los caciques de siempre y a sus recaderos, anteponiendo el interés de los menos afortunados, brindaban esperanzas en quienes creemos y queremos un país nuevo de verdad.

No obstante, del dicho al hecho hay mucho trecho y Correa ha terminado con los pertrechos y finalmente ha decepcionado a muchos. Me incluyo.

Aclaro que eso no significa que mis posturas políticas, ideológicas y filosóficas hayan cambiado y que ahora me vuelva afiliado o aliado a quienes representan otros grupo mas de la enquistada corrupción.

En mi opinión, la corrupción en el Ecuador, es partidaria del Libre Mercado. Existen tantos grupos de poder y corrompidos hasta el tuétano, los mismos que compiten por un mercado, ofreciendo sus mejores sinvergüencerías y corruptelas al pueblo, que es quien, en determinado momento los pone a la cabeza de los otros. La divisa: el voto.

En esencia, las reglas del libre mercado se cumplen al pie de la letra, cuando de corrupción se trata. La oferta: lo que "proponen" todos los que dizque salvan o han tratado de salvar a la patria, como sendos cobardes que en su momento declararon que iban a ofrendar su vida o morir en el intento, para luego decir que fracasaron en el intento porque los “drogaron”, todo por unos cuantos votos. La demanda: una masa de gente ávida por un cambio, dispuesta a aceptar la propuesta mas novelera, (no necesariamente la mas novedosa) sin ser capaz de analizar y criticar, o simplemente ingenuamente confiada como siempre. Me incluyo entre los ingenuos noveleros.

Les dejo a continuación un artículo publicado por la Cámara Ecuatoriana Americana de Miami.

Suena un tanto radical, pero si hacemos un análisis retrospectivo, mucho de lo dicho es cierto. No estoy seguro si las cifras y datos estadísticos se ajustan a la realidad, pero a grosso modo si resumen en mucho los 7 meses del ciudadano rey.

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Ecuador, siete meses de gobierno
RAUL A. VILLAVICENCIO

En sólo siete meses, Rafael Correa mató la ilusión de cambio y progreso del pueblo. Nos engañó a todos; dijo que iba a gobernar con las mentes más lucidas, las manos más limpias y los corazones más ardientes, pero hizo todo lo contrario. Se rodeó de las mentes más ineptas, de las manos con las uñas más largas para el robo y de los corazones más mediocres y resentidos de una izquierda incapaz, que nos está llevando al comunismo en este siglo XXI.

Con clara incapacidad administrativa y con la personalidad de un resentido social, Correa, quien con sus constantes e innecesarios ataques a la prensa, a entidades privadas y públicas, al Congreso y a todos los que están en su contra o de lo que él piensa, conduce al país en la ruta del desastre, la miseria y a un final que nadie desea.

En lo político, Correa se convirtió rápidamente en algo insólito: un dictador democrático. Para conseguir esto, violó repetidamente la constitución y actuó peor que la partidocracia del febresborjismo, a quien supuestamente combatió en su campaña. Pactó con Lucio Gutiérrez, a quien lo traicionó quitándole su abogado Jorge Acosta y al presidente del TSE, que por 30 monedas de plata, tal cual Judas, continuó con su orgía política, despachándose 57 diputados de un correazo, caso inédito en la política mundial, consolidando de esta manera el Congreso a su favor, formado ahora por los diputados suplentes escogidos por él y que controla corruptamente.

En el ámbito de su especialidad, la macroeconomía, Correa en sólo seis meses ha conseguido el más grande récord en Ecuador: la fuga de cerca de 3,000 millones de dólares de la banca nacional, la clasificación mundial CCC para inversión en Ecuador, de 707 puntos de riesgo país, y el puesto 130 en los países de riesgo del Mercado Común Europeo (increíblemente por encima de Cuba). Ecuador es hoy, en sólo siete meses de gobierno de Correa, comparable con los más pobres y atrasados países del mundo.

La intranquilidad nacional es tremenda, cunde el pánico entre empresarios, banqueros y comerciantes, ha terminado en tan corto tiempo con la liquidez bancaria local y el circulante en el sistema; peor, ha ahuyentando totalmente la inversión en el país. ¿Quién va a poner un dólar en Ecuador, con los indicadores arriba anotados?

Lo social es el sector más golpeado por este inexperto gobierno. No hay gas para los pobres, pero sobra para el contrabando con peruanos y colombianos, para taxistas, industrias y barrios de pelucones. Los productos de primera necesidad escasean o tienen precios inalcanzables. La culpa de todo, según el presidente de PETROECUADOR Carlos Pareja y el ministro de Agricultura Carlos Vallejo, la tiene la prensa, como si la prensa fuera distribuidora de gas. Correa en cambio dice que es un boicot de la partidocracia.

Nada pasa. El presidente se mantiene a diario sin gobernar y sólo aparece en eterna campaña, empecinado en ganar una mayoría en la Asamblea Constituyente, viajando dentro y fuera del país como desquiciado y usando los recursos del estado sin ningún tipo de escrúpulo; el país está mal y el pueblo sufre por la incapacidad y continuos conflictos que crea. La incertidumbre está matando al país.

Prometió justicia y es lo que menos hay. Aseguró que los que le robaron a la patria en el atraco bancario del 2000, que le costó al pueblo del Ecuador más de 8 billones de dólares, serían repatriados y tendrían que enfrentar a la justicia y aguantar las penas máximas, pero nada ha hecho. Correa hizo alianza con el PRE (financiado por ex banqueros), quien a través de su máximo líder en el Congreso ecuatoriano declaró en plena televisión el mes pasado que los banqueros eran inocentes y que la quiebra de los bancos fue culpa del gobierno. ¡Quién se lo creería, que todas las pruebas que existen de la incapacidad, sinvergüencería y robo a manos abiertas de estos pillos se venda a cambio de votos y que los que ecuatorianos que perdieron todos sus ahorros e ilusiones queden burlados por los que aún se ríen desde Miami manejando sus Rolls Royces!

No encuentro todavía una palabra que pueda definir la decepción que se siente cuando los sueños de un mejor Ecuador se ven otra vez truncados, pero sí puedo usar la palabra ''corrupción'' para comenzar a definir este gobierno. Si estos fueron los primeros siete meses del gobierno de Correa, imagínense qué pasará en los tres años y medio que nos falta!


raulvilla©msn.com
Cámara Ecuatoriana Americana de Miami

Fuente:
http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/79615.html
http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/79615.html

Saturday, August 18, 2007

Un salto por Ecuador

Chuta, como pasa volando el tiempo y no he escrito nada desde julio.

Bueno, ahora que he vuelto de mi amado Ecuador y después de haberme llevado algunas desilusiones con algunas cosas que suceden ahí y haberme alegrado con otras, he decidido escribir un poco de todo.

Comenzaré con una cita "citable":

"El lenguaje político fue diseñado para hacer que la mentiras suenen verdaderas, el asesinato se vea como algo respetable, y darle solidez al puro aire"
-- George Orwell


Para empezar, una vez que nos bajamos del avión, fui con mi esposa e hijos a la ventanilla de migración, ahí donde te revisan los pasaportes, precisamente la primera puerta de entrada al país. ¿Y qué creen? Les faltó poco para darme una patada en el culo como parte del comité de bienvenida. La mujer policía que nos atendió, nos pidió los documentos de viaje, entre ellos había un par de formularios que se deben llenar antes de llegar a Quito. Por esas cosas de la vida, y por estar viajando con dos párvulos llorones, no pude, como cabeza del hogar, completar todos los formularios. El momento en que la ventanillera policía me pidió esos formularios, yo me puse a completarlos. Ella me increpó que ¿por qué no los había llenado antes? Me dijo en tono típico de autoridad de taburete -léase persona con ansias de sentirse importante- que, para la próxima, le tenga esos papeles completos. Fue tan gentil su bienvenida que mi esposa, quien odia meterse en peleas, no resistió y le preguntó a la autoridad de entrada, ¿si alguna vez había viajado con guaguas por mas de 8 horas? La respuesta fue el silencio. La impresión nuestra: ¡Qué mal, así es como reciben a quien llega al Ecuador! Es así, de esta manera, como nos habíamos topado con la primera “mamá de Tarzán”.

Confío en que la razón por la que la agente de migración nos trató de esa manera sea porque estaba padeciendo del síndrome premenstrual, o talvez había tenido un día muy cansado (qué raro, eran solo las 12 del día!) o talvez, "mi coronel" la había regañado, o simplemente le pagan una miseria por un trabajo tan pesado. Sea cual haya sido la razón, en lugar de una sonrisa y una amigable bienvenida, recibimos un balde de agua fría.

Pasaron un par de días (puesto que solo estuve una semana) y tuve que ir a sacar el permiso de salida. Resulta que, para tener un permiso de salida, primero debo tener mi papeleta de votación. Sin embargo, (por razones que no les incumben), no he podido ejercer mi derecho (¡obligación!) al voto por varios años, especialmente porque temporalmente he permanecido fuera del país. Lo irónico del asunto es que en el país donde vivo, me he registrado para poder votar desde el extranjero varias veces, a través de los servicios “on-line” del consulado del Ecuador. No obstante, me contaron que, para registrarse como votante en el extranjero, hay que ir al TSE y hacer el cambio necesario. Es decir hay que hacerse un viaje "express" para tal cosa. Luego alguien me explicó que ni la página web del TSE, ni la del consulado son buenos portales para realizar trámites que demandan de la ágil e irremplazable intervención de un abnegado ejecutivo de trámites (burócrata). Es decir, todo tiene que ser ,"in vivo" nada puede ser "in vitro". Entonces, no siendo de otra manera, me tocó ir hasta el TSE al sitio ese donde se pagan las dichosas multas por no haber votado, el Tribunal Provincial Electoral. Cuando llegué al sitio, que por cierto se encuentra aledaño a un par de "chongos" de "buena reputación" y a los que solo acuden "gente bien" y no los taxistas, un agente miembro de las fuerzas del orden público -léase chapa- nos sentó en sendas sillas a las 40 y pico de personas que habíamos madrugado para obtener el mentado papelucho. Luego de hacernos formar y tomar distancia, nos explicó que si hubiésemos venido el mes anterior, hubiésemos pagado solamente por la especie y no habría la necesidad de pagar por la multa, esto, siempre y cuando hayamos presentado las pruebas de descargo necesarias, en el periodo de tiempo estipulado. ¡Qué bruto, cómo no se me ocurrió viajar antes para ahorrarme la multa, pensé! Bueno, debo, eso si, admitir que en ocasiones anteriores uno tenía que sacar copia de la cédula, y traer no se que otros tantos documentos antes de poder acercarse a la ventanilla y cancelar por la infracción que se ha cometido, y que ahora todo es mas moderno y eficaz (para ellos.)

Actualmente, y dado que los efectos de la globalización y la modernización han hecho “mella” incluso en las dependencias públicas nacionales, y mas que nada porque creo que lo que realmente interesa y motiva no es hacer billete, sino brindar un servicio de calidad al cliente, ahora solo hay que esperar a que el agente uniformado te entregue unos tickets, con una numeración medio rara que sigue una secuencia que solo ellos entienden (supe por fuentes fidedignas, que toman cursos especiales de capacitación para el efecto), y luego nos llaman para pagar, en el orden por ellos determinado.

Una vez en la ventanilla una señorita me pidió únicamente mi cédula (que suerte que si la tenía conmigo, pues supe de labios de la mismísima tramitaria que mi pasaporte no sirve a pesar de tener mi número de cédula en él, y que si hubiese osado presentarlo, me hubiesen mandado a sacar nueva cédula en el registro civil de Turubamba, sitio al que me hubiese tocado encomendarme a Dios, para confiar que existan especies y un desinteresado tramitador ágil y dispuesto a acelerar el papeleo por unos cuantos dolaritos.) Bueno, luego de revisar mi información, la señorita concluyó que yo no había votado por 3 ocasiones (la de alcale, la de presidente y la del plebiscito por la ANC, creo) y que en total debía cancelar 24 dólares por mi falta de patriotismo. Molesto, le pregunté si el haber pagado las multas de los años anteriores servía para algo. ¿Qué creen? Para nada. Y eso que yo, como buen ciudadano, respetuoso de la ley, conservo todos y cada uno de los talonarios que me dieron en los últimos 9 años que he estado viajando al Ecuador. En todas esas ocasiones, yo pagué la multa por no haber votado. Pero para sorpresa mía y como parte de la leguleyada de estas nobles instituciones, resulta que en la letra pequeña de dichos talonarios, está escrito: “Este Documento Tiene Validez Por 60 Días” su precio, 2 dolaritos. Es decir, he conservado los recibos de pago por las multas anteriores y no sirvieron de nada, pues yo debía saber mejor, que esos documentos debían ser canjeados por el documento permanente. ¡Qué bruto, no ocurrírseme a mi sacar el certificado permanente! A la final, mi patriótico desdén me costó 24 dólares.

Ya acabadas mis peripecias en el Tribunal Electoral Provincial, regresé volando al sito donde se saca el permiso de salida. Ahí si, rapiditos, agilitos y educaditos me dieron mi permiso una vez que cancelé 4 dolaritos y les “amostré” el papelucho de votación.

Total gasté 28 dólares. El lado bueno del asunto: baje de peso, sude harto, aprendí a llenarme de paciencia y contabilicé cuantas madrecitas de Tarzán mas se habían cruzado por mi camino.

Siendo la naturaleza huma de tal forma, he sacado a relucir un par de cosas negativas antes de dar paso a lo positivo.

Por ejemplo, algo muy positivo: Quito es una ciudad hermosa sin comparación. El clima no pudo ser mejor. La sencillez de la gente y su acogedor espíritu mitigan las frustraciones de lo escrito anteriormente. Me fui “de paseo” por el centro de Quito. Me he quedado anonadado (boquiabierto como dirían por ahí). Es algo impresionante, cuanta cultura, cuanta historia, cuanta tradición. La acogedora arquitectura y la nostalgia de las épocas pasadas me dejaron atónito. Hacía ya 9 años que no pisaba el centro. Esta vez lo hice en una extensa visita nocturna y en una cortísima caminata diurna. Me quedé picado.

Todavía me falta por ir a los sitios donde los noveleros y culecos van por ser de moda, sitios que otrora eran considerados de poca clase. Entre esos, tengo que ir al Itchimbía, subirme al Telférico y pasearme en el trole. No se puede hacer, ni conocer todo en 7 días. Y eso que yo soy dizque quiteño de pura cepa. Creo que necesito actualizarme nuevamente y re-encontrarme con la ciudad que me vio nacer.

Por eso, y a pesar de que el ciudadano presidente, ha resultado ser una farsa, la corrupción campea y el sistema en el que se vive, facilita que todos se sientan la mamá de Tarzán, a pesar de todo eso, no cabe duda que Ecuador es el destino final de estos huesos.

Mas pronto que tarde, por ahí he de estar. La vida es mas colorida y la gente es mas divertida (en lo bueno y lo malo). Somos impredecibles.

Que bien se siente retornar al Ecuador.

http://www.youtube.com/watch?v=NgA879_sK8c