¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
La pureza y simpleza de la niñez

Tuesday, February 3, 2009

Pobre Norman Wray

Resulta ser que cuando el voto es obligatorio, un montón de parásitos se suben a la camioneta del cacique que si goza de popularidad y se cobijan con el manto de su caudillo.

En Ecuador, Correa es el caudillo, un hombre que sigue despertando simpatías entre las turbas y el populacho. Sus colaboradores se cobijan bajo su manto sagrado, para empaparse de un poco de su popularidad, y beneficiarse en las urnas. Eso, mientras el voto sea obligatorio, y el cacique pida al populacho que vote en plancha. Eso también explica el servilismo, obediencia y temor al mentado liderzuelo. Se dejan insultar, aceptan como propios, los errores del jefe, y bochornosamente se sienten honrados al ser remplazados, para luego ser reciclados y rencauchados. Levantan la manito obedientemente, y renuncian a sus propios principios por temor a perder los favores del rey.

La elecciones primarias de Alianza País demostraron porqué estos pensadores progresistas de izquierda de avanzada, a pesar de renegar de Dios, de despotricar contra la Iglesia, de abogar por el Aborto, y todas esas idioteces que les procuran una supuesta imagen de modernos, de políticamente correctos, de alternativos, de sensibles con los asuntos de género, no fueron lo suficientemente modernos durante la redacción del mamotreto ese que llaman constitución, cuando se tocó el tema del voto. Si hubiesen querido estar acorde con sus fingidas poses de aniñados socialistas de corte "progre", debían haber abogado por la no obligatoriedad del voto. Claro, eso solo sucede en mentes realmente abiertas, no en pensamientos oprimidos o en almas serviles y cuerpos esbirros, que saben que sin el manto sagrado de su lider, ellos no son nadie, y si quieren ganar en las urnas, tienen que ganarse el voto de los ciudadanos con ideas y con acciones, no por carambola proveniente de la graciosa presencia de su jefe y chulo.

El pobrecito del Norman Wray, por ejemplo, entró, gracias al voto en plancha y la obigatoriedad de éste, como uno de los mas votados asambleístas nacionales al aquelarre ese, que aconteció en Montecristi. Ahora que le tocó competir por votos,-léase, las primarias- no contra terceros, sino contra sus propios co-idearios, y ante un electorado que no tenía la obligación de acudir a las urnas, se dio cuenta de que su supuesta popularidad estaba basada en las carismática imagen de su jefe y fetiche de adoración sado-onanística, Correa.

El voto voluntario es el peor enemigo del populismo y de los demagogos. Wray acaba de recibir el mensaje: es un don nadie, un hipócrita que vendió sus principios, (si es que alguna vez los tuvo) y se subió a la camioneta de Correa. Una vez abajo de ella, se convirtió en un simple mortal. Ahora el desdichado, busca un plato de segunda mesa, y persigue un puesto de concejal en el municipio de Quito. Se le acabó la chaucha, por lo menos hasta que el Correa lo decida reciclar, y lo nombre ministro o algo por el estilo. Si al menos fuese gordo y horroroso como la María Paula Romo, de pronto el sentimiento de lástima y el saber que ha tenido muchas navidades pero ni una noche buena, le ganarían unos cuantos votos. Norman, Norman, siempre quisiste meterte por los vértices, mierda maldita sea!

Al fin de cuentas, tal parece, no resultaron ser tan modernos estos izquierdistas aniñados, se dejaron llevar por el populismo, por la vieja praxis de la partidocracia, y pasaron a ser otros mas, de ese montón de politicuchos desprestigiados, unos simples "correómano-dependientes". Ni siquiera la obligatoriedad del voto fue cambiada en esa constitución. ¿En dónde se les quedó lo moderno... en la pose acaso o en los clichés farfullas y de impacto?

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