¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
La pureza y simpleza de la niñez

Saturday, September 8, 2007

Larga distancia.

Acabo de cerrar el teléfono. Hablaba con ella. Creo que nos estabamos pensando, pero no estoy seguro. No importa, hablé y fui escuchado, oí y pude sentirla. No hubieron máscaras entre nosotros, pudimos decir las cosas sin sentirnos incómodos. Se enredaron entre mis labios, otras palabras mayores, aquellas que nunca me he atrevido a pronunciar. He dado a entender mis sentimientos, creo conocer los de ella. Nunca los hemos confirmado. A veces creo que quiero que sus sentimientos sean mas de lo que ella mismo deja entrever. Ojalá mi corazón no engañe a la razón.

Que me importa, este es mi sueño. El sueño bonito y puro. Ella ha visto dentro de mi corazón. La vida me dirá si el sueño termina y una realidad comienza. La línea entre lo onírico y lo real es borrosa y la sublimación de lo idealizado abruma los sentidos aún mas. No quiero despertar si la realidad implica una fantasía inalcanzable. Es un sueño muy real.

Ella inspira mis palabras. No hay duda al respecto. Ella alimenta los dulces tormentos de mi alma y abre la puerta para que estos escapen y se plasmen en un papel. La calma se instala cuando mi alma se siente ligera. No me arrepiento de lo escrito, no controlo a mi corazón, es mas fuerte que la razón.

Corazón y razón, antagónicos y complementarios.

Ella necesita tiempo, dijo. Tiempo es lo que sobra, mientras haya vida. A mi solo me queda observar y esperar que un pedacito de su corazón me caiga cuando su tiempo sea mi tiempo. Quiere resolver los asuntos de su corazón, dijo. Necesita tiempo, digo. Su corazón y el de otro lo compartían, -el tiempo- lo han detenido. ¿Lo han perdido? No se.

Quiero ser egoísta y confiar en que su alma se encuentre con la mía, mas no puedo. No es justo, no es correcto. No somos libres. Hay mucho de por medio, otras almas involucradas. No debo, pero quiero. El deseo es mas fuerte que las razones. Hoy he sucumbido al deseo. Es embriagante y adictivo. El alma se nutre de lo sutil. La sutileza de ella es inmensa. Hoy mi corazón late fuerte, lo puedo sentir. Cerré el teléfono con ganas de seguir hablando. Ella es fuerte. No verbaliza su pena, pero aquel que la quiere, puede sentir su dolor. Estoy dolido. Estoy alegre, ella sale adelante sola, lo he visto.

Que sea lo que sea, no soy dueño de su corazón aunque así lo haya soñado. Si ella y el otro encuentran que aún tiene tiempo en común, no molestaré. Posiblemente vuelva a ocultarme en las penumbras de la monotonía y rutina. Un "hola" quizás. La complicidad oculta en una sonrisa o en algún sutil gesto.

2 comments:

Danny Ayala Hinojosa said...

Acá hay una bonita muestra de sus sentimientos http://el-federalista.blogspot.com/2007/08/la-emergencia-vial-es-un-fraude.html

Cœlispex said...

Noches así son turrísimas. De no ser por la sublimación, uno se volvería patológico con facilidad.