¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
La pureza y simpleza de la niñez

Wednesday, April 15, 2009

Ganándome el corazón de María Paula

Finalmente he llegado a la conclusión de que para ganarme el corazón de la María Paula, tengo que hacerlo de la manera tradicional. Ella no es de aquellas que se impresiona fácilmente con una fingida opulencia, o un forzado refinamiento. No. Ella es auténtica y por eso he descubierto que para hacerme merecedor de sus gracias y robustos encantos, tengo que llegar a su corazón por medio de su estómago.

Es que yo he visto en ella, que su fuerte, luego de la genuflexa actitud política y la incipiente capacidad de jurista, es el buen diente. Por eso hay que entrarle por el buche. Ella es una linda guagua de gran apetito. Rictus pícnico nada despreciable. Por eso no se conformó con haber logrado, de manera mañosa, dejar una puerta abierta para el aborto en ese opus magnum que brotó de Montecristi; o haber soliviantado a la indiada para que celebre las chamizas de San Pedro y San Pablo con cada ladronzuelo que sea juzgado por las comunas; o haber alcahueteado a los narcotraficantes que cargan la droga en el ojete del culo, para que sigan en las mismas. No. Ella no se sacia tan fácilmente. Por eso, el tufillo de la Marita Paula está presente en la despenalización de la estafa; girar cheques sin fondos ya no es un delito, solo una mentirilla blanca; así mismo, si se roba, pero no hay sangre y semen de por medio, el perpetrador solo recibe una llamadita de atención. Es que María Pauls, es una pequeña golosa. La gula, una virtud a la que ella le tiene el si bien flojo. Y así de flojo quiero que lo tenga, cuando yo le “eche los perros” (pero no los pitbull, ni los rotrweiller, porque ya los prohibió el politburó). Por eso, para ganarme su corazón, he decidido atiplar su buche, con algo que comparte la misma lógica de esta última conquista del “congresillerismo” mas “correante” que podamos imaginar.

Si hacerse de bienes ajenos, es una forma lícita de actuar, cuando de por medio se utilizan medios pacíficos y/o civilizados, como cuando uno hurta una telefonito celular, o una camarita de fotos, o una laptopcita, o una bicicletita, o un accesorio automotriz. Y valerse de la violencia y la rudeza, cuando se sustraen sendas pertenencias, y se roba a mano armada, diente pelado, o cuchillo blandiente, es un execrable crimen. Yo creo que también se puede aplicar la misma forma de pensar a hechos tales como: desflorar a una menor de edad sin visos de violencia, como sucede en zonas rurales de nuestra patria, donde afables abuelitos, candorosamente procuran que sus nietecitas conozcan varón en el sentido bíblico, debajo de sus cobijas, y con tiernas caricias, las convencen de “aflojar”, porque ya están “maduritas”. Quien posea carnalmente, de forma subrepticia e inesperada, a una mujer, sin recurrir al uso de la violencia, no debe ser considerado un violador, sino un "hurtador" de virtudes, o un "rompedor" de hímenes. Quien, por el contrario, abuse violentamente de una mujer o de una menor, deberá correr la misma suerte que el ladrón que ha cometido un robo, pues con violencia, sangre y semen, se ha robado una virginidad, una inocencia, o una dignidad humana. No existe diferencia, si todo lo miramos con los ojitos golosos de María Paula y su simpatizantes y acólitos. Así como, hoy, hay que hacer distinción entre robar y hurtar; así mismo, deberíamos procurar una aclaración desde el mundo de lo penal, entre violación y penetración atraumática no autorizada, con las atenuantes o agravantes del caso, como son, el tamaño, el calibre, la estrechez, la rigidez, la languidez, la intencionalidad, la direccionalidad, la durabilidad y la prolijidad. Para las mentes lúcidas y corazones ardientes de esta robo-lución, estas son palabras mayores. Y estoy convencido de que la María Paula, se sentirá ahita con este opíparo festín, que vendrá cargado de suculentos platos, que se cocerían desde afuera y que vendrán saturados de la mas mordaz envidia de la prensa corrupta. Sus amigos de los derechos humanos, se frotarán las, cada vez mas regordetas manitos y se congratularan unos a otros.

María Paulita, pronto seré el dueño de tu corazón, pues con la barriga llena, tendrás el corazón contento… y una que otra coronaria obstruida.

María Paula, sigamos permitiendo que la justicia de los indios flagele, chamusque, bañe con agua helada y de de ortigazos a los ladrones, mientras la justicia del resto de llamingos, los deja sueltos, cuando los choros son amigos de lo ajeno pero a hurtadillas. Dejemos que la fuerza del amor se imponga entre tu y yo, entre el abuelito y su nietecita, entre el Corcho y la Betty Amores. Todo con ternura y delicadeza, pasa a ser un granito mas, para que la patria ya sea de todos.


2 comments:

LJ said...

Ouch! Pero que malo... y bueno al mismo tiempo. Me atrevo a decir que las manos de los "oh tan humanos" socialistas están manchadas de sangre. No sólo de las víctimas de los crímenes que han incrementado exponencialmente en los últimos días gracias a sus tan "humanas" leyes, sino tambien de los mismos criminales los cuales son objeto de castigos que en muchos casos sobrepasan los que pudieran merecer por el delito cometido. Será que los socialistos prefieren ser flagelados, humillados y quemados a pasar una temporadita en la cárcel? No sabía que el masoquismo fuera requisito para entrar a sus filas. En fin, excelente post. Me he reido hasta decir basta! Sigue con tu buen trabajo!

El Apestado said...

Que el lecho de amor se aun sánduche de atún, de proporciones adecuadas como para que entren los dos.